¿Qué tan sencillo es cruzarse con un director de cine por la calle? Esta profesión parece un sueño de pocos, alcanzado por unos cuantos, y lejano a la realidad de quienes caminamos a diario por la rutinaria vida colombiana.
Andrés Beltrán es uno de esos personajes, que se atrevió a decirle acción a su anhelo de estar detrás de cámaras, uniendo todos los elementos propicios para crear las historias que solo se ven bien en pantalla grande.
Un caleño, que desde su primer encuentro con el séptimo arte, alimentó una pasión que lo ha llevado, a sus 28 años, por varios festivales de cine, como el de Cartagena, Bogotá, e incluso, el Corto Circuito de Nueva York.
Un visionario que actualmente, está a pocos pasos de dar a conocer su primer largometraje, Malos Días, que se encuentra en posproducción, y que será el impulso para seguir inyectando dedicación a su decisión de ser cineasta.
Cinema Redrum habló con él, acerca de su recorrido, de su inspiración y de la valiosa hazaña de vivir de lo que se ama.
¿Por qué decidió dedicarse al cine?
Creo que la razón principal tiene que ver con el amor profundo que siento por ver películas. Desde muy pequeño iba a cine con mis papás, dos o tres veces por semana; ellos me inculcaron esa pasión, y yo no tuve problema en alimentarla toda mi vida. Luego, cuando tuve que decidir qué estudiar, la respuesta había estado siempre ahí, fue cuestión de ponerlo en palabras. Llegando al último año del colegio mis papás me preguntaron qué quería estudiar, y yo les dije: “si realmente quieren que les diga lo que quiero hacer, es sencillo, hacer cine”. Creo que no tuvieron otra opción que apoyarme, después de todo ellos me enseñaron a amarlo. Sin su apoyo no habría sido posible emprender una carrera en este oficio.
¿Cuál cree que fue ese momento crucial en el que definió que este sería su campo de acción?
En todo ese proceso de decidir una carrera profesional, un día un amigo muy cercano del colegio me propuso hacer un corto, me dijo: “¿Sabés qué? Ben Affleck y Matt Damon hicieron un corto cuando estaban en el colegio, ¿por qué no hacemos uno nosotros?”. Eso fue todo lo que se necesitó para encender una chispa que seguro ya estaba ardiendo por dentro. Al otro día tenía un guión de no sé cuántas páginas; busqué ayuda en una productora en Cali, hicimos casting, y rodamos todos los domingos y sábados en el colegio durante unos meses. Sin saber nada de técnica, terminamos con un corto de 25 minutos. Fue muy divertido el proceso y aprendí muchísimo. Este fue el momento decisivo, el punto de no retorno, no había duda, eso era lo que quería hacer el resto de mi vida.
¿Qué es lo más complicado de hacer cine en Colombia?
Hacer cine en Colombia, en Hollywood, en Europa, en donde sea es complicado. Irónicamente, aunque en Colombia es complicado también, hay muchas más oportunidades que en otros países. Como es una industria naciente, hay apoyo gubernamental, y mucha gente quiere involucrarse desinteresadamente. Hay ventajas, como el fácil acceso a actores de calidad, porque hay mucho deseo de hacer cine. Además con la tecnología, cada vez es más económico y posible. Creo que las dificultades más grandes que tenemos en este momento tienen que ver con lo creativo y no con lo técnico, pues estamos aprendiendo a hacerlo, entonces no es claro qué historias, géneros, personajes queremos contar. Todos apostándole a un tipo de cine distinto, y esto hace que sea difícil entendernos. Con el tiempo veremos obras más comunicativas y maduras en nuestra cinematografía.
¿Qué historias lo inspiran?
Disfruto ver cine de muchos estilos y géneros. Sin embargo, con el tiempo he descubierto que las películas que más me inspiran tienen ciertos elementos en común, como las que usan el lenguaje cinematográfico de una manera novedosa y creativa en función de contar una buena historia sobre seres humanos. También las películas que logran entretener, mientras exponen un contenido interesante. En general, me inspiran las películas que me llevan a lugares en los que no he estado, tanto físicos, sino emocionales. Disfruto las historias que me hacen soñar, y me muestran elementos tanto de la oscuridad como la claridad del ser humano.
¿Fantasía o cotidianidad?
Definitivamente fantasía. Pero por fantasía no necesariamente me refiero a la fantasía tipo ‘Disney’. No es que tenga nada en contra, pero por fantasía entiendo lo que no se parece a la realidad a la que estoy expuesto, es decir, a lo extraordinario. Para mí, las mejores películas son las que logran jugar con los dos extremos de manera inteligente. Nos muestran la vida de un criminal con cierta cotidianidad, pero al fin y al cabo es algo extraordinario para nosotros.
Un elemento infaltable de un buen producto audiovisual
Una buena historia. Esto aunque suene muy ambiguo y subjetivo, sigue siendo fundamental en el cine narrativo. Un buen guión es la semilla para una buena película, sin él es casi seguro que la película finalizada no va a ser buena. Ese es el punto débil de la mayoría de historias, porque allí se concretan los dos elementos más importantes: trama y personajes. Lo que hace el director con los actores y el resto del equipo es materializar esos dos elementos de una manera orgánica y atractiva, pero si no existe un buen desarrollo entre ambos desde la página escrita, es muy difícil que se resuelva en el rodaje.
¿Cuál es su proyecto más ambicioso? ¿Ya lo llevó a cabo?
Sin duda alguna mi primera película Malos Días. Ha sido un proyecto al cual le he invertido más de dos años de mi vida y seguimos en el proceso. Aunque ya está rodada, sigue todavía en plena posproducción y faltan las últimas etapas de promoción, distribución y exhibición. Ha sido el proyecto más ambicioso porque pasar del cortometraje al largometraje representa un esfuerzo en creatividad, energía y presupuesto considerable. Tuve la oportunidad de dirigir actores muy respetados y de mucha trayectoria en nuestro país como Roberto Cano, Cristóbal Errázuriz y Gloria Montoya. Ha sido una experiencia maravillosa, y lo volvería a hacer sin dudarlo un segundo. Tengo toda mi energía puesta para hacer un buen estreno de la película y que la gente la vea, para, de inmediato, empezar con mi próxima película.
¿Cuál es la película que más ha influido en su vida? ¿Por qué?
Es muy complicado. Creo que depende mucho del momento y el proyecto en el que se esté trabajando. Podría hablar de las películas que más me impresionaron cuando las vi por primera vez, y he seguido teniendo como referentes. Tal vez, si tuviera que escoger una, sería una de Scorsese, y depronto diría que Taxi Driver. No sé que tanto se vea reflejado en mi trabajo ciertas películas, como Vertigo, Pickpocket, Persona, Straw Dogs, Chungking Express, Heat, Hanna and her Sisters, Double Indemnity, The Hot Spot, Following, Drive, A History of Violence, y No Country for Old Men.
¿Cuál es su meta más importante como director y como guionista?
En una primera instancia tener continuidad en mi trabajo. Lograr ser constante como cineasta y generar una filmografía. Paralelo a esto, o mejor, como consecuencia de la constancia, mi mayor meta es lograr tener un equilibrio entre hacer las películas que sueño hacer, con la posibilidad de que le lleguen a un público, que comuniquen y sientan algo con ellas. También, devolver a los cinéfilos lo que tanto me han dado los cineastas: la oportunidad de viajar con sus historias. En resumen, es hacer un cine con el que explore mis más íntimos deseos, miedos y gustos, pero que lleguen a un público.
Una película extranjera que siempre recomienda.
Recomendaría la película danesa Reconstruction de Christoffer Boe. Por su poesía visual y sonora, su astucia técnica y el deleite que resulta verla cada vez que la repito.
Una película colombiana que siempre recomienda.
Recomiendo mucho Manos Sucias de Josef Wladyka. Aunque su director no es colombiano, toda la producción sí lo es. Esta película, que fue apoyada por Spike Lee, es una muestra clara de un cine de calidad, emocionante y entretenido, que además cuenta una historia de manera contundente y con contenido.
¿Quién es Andrés Beltrán?
Un apasionado del cine, un cinéfilo incansable y un soñador con los pies en la tierra que quiere hacer cine toda su vida.
La carrera y todos los proyectos de este director colombiano se encuentran en andresbeltran.com
Andrés Beltrán es uno de esos personajes, que se atrevió a decirle acción a su anhelo de estar detrás de cámaras, uniendo todos los elementos propicios para crear las historias que solo se ven bien en pantalla grande.
Un caleño, que desde su primer encuentro con el séptimo arte, alimentó una pasión que lo ha llevado, a sus 28 años, por varios festivales de cine, como el de Cartagena, Bogotá, e incluso, el Corto Circuito de Nueva York.
Un visionario que actualmente, está a pocos pasos de dar a conocer su primer largometraje, Malos Días, que se encuentra en posproducción, y que será el impulso para seguir inyectando dedicación a su decisión de ser cineasta.
Cinema Redrum habló con él, acerca de su recorrido, de su inspiración y de la valiosa hazaña de vivir de lo que se ama.
¿Por qué decidió dedicarse al cine?
Creo que la razón principal tiene que ver con el amor profundo que siento por ver películas. Desde muy pequeño iba a cine con mis papás, dos o tres veces por semana; ellos me inculcaron esa pasión, y yo no tuve problema en alimentarla toda mi vida. Luego, cuando tuve que decidir qué estudiar, la respuesta había estado siempre ahí, fue cuestión de ponerlo en palabras. Llegando al último año del colegio mis papás me preguntaron qué quería estudiar, y yo les dije: “si realmente quieren que les diga lo que quiero hacer, es sencillo, hacer cine”. Creo que no tuvieron otra opción que apoyarme, después de todo ellos me enseñaron a amarlo. Sin su apoyo no habría sido posible emprender una carrera en este oficio.
¿Cuál cree que fue ese momento crucial en el que definió que este sería su campo de acción?
En todo ese proceso de decidir una carrera profesional, un día un amigo muy cercano del colegio me propuso hacer un corto, me dijo: “¿Sabés qué? Ben Affleck y Matt Damon hicieron un corto cuando estaban en el colegio, ¿por qué no hacemos uno nosotros?”. Eso fue todo lo que se necesitó para encender una chispa que seguro ya estaba ardiendo por dentro. Al otro día tenía un guión de no sé cuántas páginas; busqué ayuda en una productora en Cali, hicimos casting, y rodamos todos los domingos y sábados en el colegio durante unos meses. Sin saber nada de técnica, terminamos con un corto de 25 minutos. Fue muy divertido el proceso y aprendí muchísimo. Este fue el momento decisivo, el punto de no retorno, no había duda, eso era lo que quería hacer el resto de mi vida.
¿Qué es lo más complicado de hacer cine en Colombia?
Hacer cine en Colombia, en Hollywood, en Europa, en donde sea es complicado. Irónicamente, aunque en Colombia es complicado también, hay muchas más oportunidades que en otros países. Como es una industria naciente, hay apoyo gubernamental, y mucha gente quiere involucrarse desinteresadamente. Hay ventajas, como el fácil acceso a actores de calidad, porque hay mucho deseo de hacer cine. Además con la tecnología, cada vez es más económico y posible. Creo que las dificultades más grandes que tenemos en este momento tienen que ver con lo creativo y no con lo técnico, pues estamos aprendiendo a hacerlo, entonces no es claro qué historias, géneros, personajes queremos contar. Todos apostándole a un tipo de cine distinto, y esto hace que sea difícil entendernos. Con el tiempo veremos obras más comunicativas y maduras en nuestra cinematografía.
¿Qué historias lo inspiran?
Disfruto ver cine de muchos estilos y géneros. Sin embargo, con el tiempo he descubierto que las películas que más me inspiran tienen ciertos elementos en común, como las que usan el lenguaje cinematográfico de una manera novedosa y creativa en función de contar una buena historia sobre seres humanos. También las películas que logran entretener, mientras exponen un contenido interesante. En general, me inspiran las películas que me llevan a lugares en los que no he estado, tanto físicos, sino emocionales. Disfruto las historias que me hacen soñar, y me muestran elementos tanto de la oscuridad como la claridad del ser humano.
¿Fantasía o cotidianidad?
Definitivamente fantasía. Pero por fantasía no necesariamente me refiero a la fantasía tipo ‘Disney’. No es que tenga nada en contra, pero por fantasía entiendo lo que no se parece a la realidad a la que estoy expuesto, es decir, a lo extraordinario. Para mí, las mejores películas son las que logran jugar con los dos extremos de manera inteligente. Nos muestran la vida de un criminal con cierta cotidianidad, pero al fin y al cabo es algo extraordinario para nosotros.
Un elemento infaltable de un buen producto audiovisual
Una buena historia. Esto aunque suene muy ambiguo y subjetivo, sigue siendo fundamental en el cine narrativo. Un buen guión es la semilla para una buena película, sin él es casi seguro que la película finalizada no va a ser buena. Ese es el punto débil de la mayoría de historias, porque allí se concretan los dos elementos más importantes: trama y personajes. Lo que hace el director con los actores y el resto del equipo es materializar esos dos elementos de una manera orgánica y atractiva, pero si no existe un buen desarrollo entre ambos desde la página escrita, es muy difícil que se resuelva en el rodaje.
¿Cuál es su proyecto más ambicioso? ¿Ya lo llevó a cabo?
Sin duda alguna mi primera película Malos Días. Ha sido un proyecto al cual le he invertido más de dos años de mi vida y seguimos en el proceso. Aunque ya está rodada, sigue todavía en plena posproducción y faltan las últimas etapas de promoción, distribución y exhibición. Ha sido el proyecto más ambicioso porque pasar del cortometraje al largometraje representa un esfuerzo en creatividad, energía y presupuesto considerable. Tuve la oportunidad de dirigir actores muy respetados y de mucha trayectoria en nuestro país como Roberto Cano, Cristóbal Errázuriz y Gloria Montoya. Ha sido una experiencia maravillosa, y lo volvería a hacer sin dudarlo un segundo. Tengo toda mi energía puesta para hacer un buen estreno de la película y que la gente la vea, para, de inmediato, empezar con mi próxima película.
¿Cuál es la película que más ha influido en su vida? ¿Por qué?
Es muy complicado. Creo que depende mucho del momento y el proyecto en el que se esté trabajando. Podría hablar de las películas que más me impresionaron cuando las vi por primera vez, y he seguido teniendo como referentes. Tal vez, si tuviera que escoger una, sería una de Scorsese, y depronto diría que Taxi Driver. No sé que tanto se vea reflejado en mi trabajo ciertas películas, como Vertigo, Pickpocket, Persona, Straw Dogs, Chungking Express, Heat, Hanna and her Sisters, Double Indemnity, The Hot Spot, Following, Drive, A History of Violence, y No Country for Old Men.
¿Cuál es su meta más importante como director y como guionista?
En una primera instancia tener continuidad en mi trabajo. Lograr ser constante como cineasta y generar una filmografía. Paralelo a esto, o mejor, como consecuencia de la constancia, mi mayor meta es lograr tener un equilibrio entre hacer las películas que sueño hacer, con la posibilidad de que le lleguen a un público, que comuniquen y sientan algo con ellas. También, devolver a los cinéfilos lo que tanto me han dado los cineastas: la oportunidad de viajar con sus historias. En resumen, es hacer un cine con el que explore mis más íntimos deseos, miedos y gustos, pero que lleguen a un público.
Una película extranjera que siempre recomienda.
Recomendaría la película danesa Reconstruction de Christoffer Boe. Por su poesía visual y sonora, su astucia técnica y el deleite que resulta verla cada vez que la repito.
Una película colombiana que siempre recomienda.
Recomiendo mucho Manos Sucias de Josef Wladyka. Aunque su director no es colombiano, toda la producción sí lo es. Esta película, que fue apoyada por Spike Lee, es una muestra clara de un cine de calidad, emocionante y entretenido, que además cuenta una historia de manera contundente y con contenido.
¿Quién es Andrés Beltrán?
Un apasionado del cine, un cinéfilo incansable y un soñador con los pies en la tierra que quiere hacer cine toda su vida.
La carrera y todos los proyectos de este director colombiano se encuentran en andresbeltran.com
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