Ir al contenido principal

La gracia de la desgracia




Muchos deseos son imposibles de contener, como si dentro de nuestro cuerpo calmado, de nuestras palabras serenas, y de nuestra actitud paciente, se albergara una persona distinta, que cuando quiere algo lo reclama, sin importar las circunstancias, consecuencias o la situación en la que se encuentre.

Igualmente, dentro de cada uno, vive alguien que es capaz de reírse de las desgracias ajenas, de ver humor en la tragedia, en el peligro y en la vida complicada de quienes despiertan su sed de venganza, antes de abrir los ojos.

Y al final, existe otro tipo de mente, que es quizá la más escasa, pues su dueño tiene la capacidad de unir esos elementos perversos, y crear un guión que conquiste las salas de cine, sin la necesidad de recurrir a finales felices o a historias de superación.

Ese último individuo es Damián Szifron, el director argentino que de la mano de seis historias dramáticas, generó risas culpables y buenas críticas del público atraído por un título simple: Relatos Salvajes.

Ricardo Darín, Érica Rivas, Óscar Martínez y Diego Iturralde son algunos de los actores que se ven obligados a defender su orgullo, combatir la humillación y salirse con la suya, sin importar el método.

De esta manera, una personalidad conflictiva decidida a ser piloto; una cocinera con ingredientes secretos; una discusión de carretera; una señal de tránsito sin pintar; unas copas de más, y una infidelidad, detonan un tipo de irracionalidad nunca antes vista, merecedora de un boleto para el teatro Kodak en el 2015.

La cinta resalta el punto de vista del cine latinoamericano, respecto a esas tragedias absurdas que llegan de vez en cuando a los periódicos, en las que se incluyen elementos como veneno para ratas, alcohol en exceso y trabajadores que usan sus conocimientos para hacer daño.

Asimismo, responde a un tipo de comedia negra que sienta muy bien en cualquier horario, y que impresiona por la calidad de su guión y producción, y entusiasma con la evolución de la narrativa de habla hispana.

En cuanto a sus características técnicas, la escenografía de cada uno de los cortos enmarca a la Argentina moderna, y también al modelo de ciudad que prevalece en este lado del mundo, pues puede ser comparada con cualquier capital del continente.

La música se acopla a cada situación, complementando la experiencia de quien se adentra en las historias, y en los rostros que pierden la paciencia detrás de la pantalla.

Un coctel de emociones que como un brebaje adictivo, lleva al público al límite de su propia conciencia, lo enfrenta con la verdadera esencia del ser humano desesperado, y lo incita a saborear sin parar la crudeza der ser genuino y violento, a burlarse de los problemas ajenos, y a apreciar una propuesta que ya es todo un clásico del cine en español.

Comentarios

Unknown dijo…
Tiene mucho de una peli de los noventa que se llama un dia de furia, la protagonizan michael douglas y robert duvall. Según supe se inspira en una serie que se llamó historias asombrosas.
Camila Caicedov dijo…
Gracias por tu aporte. Debemos ver la película y la serie. :)

Entradas más populares de este blog

Los 7 magníficos

En 1954 el director japonés Akira Kurosawa filmó Los 7 samuráis, una de las grandes obras de la cinematografía universal. Esta historia, ambientada en el Japón del siglo XVI, mostraba como un grupo de campesinos, cansados de ser asaltados por una horda de bandidos, deciden buscar a samuráis que luchen por ellos a cambio de comida. Con una excelente interpretación del icónico Toshirō Mifune y el perfeccionismo tras la cámara del maestro Kurosawa, rápidamente la obra trascendió las fronteras del ‘país del sol naciente’, y cautivó a millones en el mundo. Años más tarde, por esa manía ‘ancestral’ de Hollywood de adaptar a la cultura estadounidense las películas filmadas en otras latitudes, la compañía Metro-Goldwyn Mayer compró los derechos de Los 7 Samuráis y le entregó al guionista William S. Roberts y al director John Sturges la responsabilidad de realizar una nueva versión. Seis años después de la original, en 1960, fue presentada al mundo Los 7 Magníficos. Esta vez, ...

Mi primera vez con Sex Education

Por Camila Caicedo. Todo el mundo hablaba de Sex Education, en redes sociales. Se acababa de estrenar su segunda temporada, y yo, que no soy muy de ver series y maratonear, aún no me había sentido atraída por ella, a pesar de que llevara un año entre las sugerencias que me daba la plataforma. Sin embargo, muchos comentarios acerca de una escena relacionada con unión femenina me hicieron decidirme a verla. Esta es una producción inglesa, que hoy tiene dos temporadas, de ocho capítulos cada una, que duran aproximadamente 50 minutos. Su argumento se basa en la historia de Otis, un joven de 16 años, que cursa la secundaria y es hijo de una sexóloga. Un día, se atreve a dar un consejo sexual a un compañero, a pesar de su nula experiencia y, al salir todo bien, inicia una ‘clínica’ de asesoría sexual, con Maeve, una de sus compañeras, para ganar dinero. Con una premisa como esta y un lenguaje totalmente abierto, fue casi inevitable no seguir la historia y querer saber qué pasa...

El abogado del mal

Richard Ramsey es un abogado que siempre pierde. En su historial de juicios no se encuentra ninguno exitoso, y él mismo lo reconoce. Su nuevo cliente es el hijo adolescente de una pareja amiga, principal sospechoso del asesinato a sangre fría de su padre, y que desde el inicio del proceso no ha querido decir nada. Con muchos factores en su contra: huellas dactilares en el cuchillo y una confesión en el lugar de los hechos, Ramsey tiene el deber de conseguir la pena mínima para el joven, a costa del historial maltratador del padre y de cualquier vacío que detecte en el argumento rival. Keanu Reeves y Renée Zellweger protagonizan The Whole Truth o, su mal logrado título en español, El Abogado del Mal, que desde el primer momento será asociada con El Abogado del Diablo, de 1997, para desvelar poco a poco una historia mucho más monótona. La corte es el escenario casi permanente del filme, en el que se recrean los elementos de un juicio: el discurso de cada uno de los legistas ...