Ir al contenido principal

BIRDMAN, UN DESAFÍO A LA INDUSTRIA


Cuando se abra el telón siempre existirá la oportunidad de recibir un aplauso, un momento que borre el pasado, el tiempo perdido y los malos comentarios; un instante en el que un actor marque la historia, subiendo por primera vez a la cima de la admiración y el respeto, ese lugar donde por fin podrá expandir sus alas y volar por encima de todos. 

Birdman es el pasado de Riggan Thomson (Michael Keaton), un hombre que sueña con el reconocimiento y los comentarios positivos de la audiencia que aún no confía en su capacidad  de desafiar Broadway, de quitarse la máscara y desvelar el gran actor que se esconde bajo un disfraz de los años noventa.

El mexicano Alejando González Iñárritu se atrevió a desafiar la industria cinematográfica, creando una propuesta que revela la realidad de los actores que buscan ser tomados en serio, donde enfrenta el análisis existencial y la lucha emocional, con la hazaña de salvar al mundo y ser un superhombre, pues el verdadero acto heroico de su personaje principal es derrotar al villano que vive en su cabeza. 

Desde el primer instante, la narración se encarga de convertir al espectador en un seguidor más de la celebridad, en alguien abierto a las expectativas de su debut y su locura, permitiéndole quedarse dentro de la historia, sin dejar de sorprenderse o preguntarse qué pasará en el momento en que el teatro se llene y la capa se caiga. 

La ambientación musical es otro de los elementos que le otorgan dinamismo al filme, involucrando, en varias ocasiones, al músico dentro de la escena, demostrando su independencia y la magia que se esconde detrás de un buen montaje.

Igualmente, las interpretaciones se conjugan con la excelente construcción de cada uno de los personajes, dándole la oportunidad de brillar a todos de los actores, ya que ninguno se queda corto ante el reto de encarnar la debilidad.

Michael Keaton y Edward Norton son una de las duplas perfectas de la cinta, que muchas veces aborda su conflicto de personalidades similares, oportunidades diferentes, y su exceso o carencia de fe en sí mismos. Ambos son grandes contendores para el premio Oscar en las categorías de Mejor Actor y Mejor Actor de Reparto, respectivamente, pero como en Birdman, uno tiene más posibilidad que otro. 

El guión latinoamericano, que además critica las redes sociales y la popularidad sin justificación, es también un firme contendor de la categoría a Mejor Guión Original y Mejor Dirección, por lo que no sería sorpresa que se llevara uno de estos dos galardones.

Una historia nueva, narrada de forma innovadora, sin temor a decir la verdad, de mostrar la ignorancia de quien alardea de su poder, de quien no busca un contenido. Una propuesta heroica y poderosa que ha colmado expectativas, que quizá quiera demostrar modestia, pero que sin duda se merece ser la mejor en los premios de la Academia. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Los 7 magníficos

En 1954 el director japonés Akira Kurosawa filmó Los 7 samuráis, una de las grandes obras de la cinematografía universal. Esta historia, ambientada en el Japón del siglo XVI, mostraba como un grupo de campesinos, cansados de ser asaltados por una horda de bandidos, deciden buscar a samuráis que luchen por ellos a cambio de comida. Con una excelente interpretación del icónico Toshirō Mifune y el perfeccionismo tras la cámara del maestro Kurosawa, rápidamente la obra trascendió las fronteras del ‘país del sol naciente’, y cautivó a millones en el mundo. Años más tarde, por esa manía ‘ancestral’ de Hollywood de adaptar a la cultura estadounidense las películas filmadas en otras latitudes, la compañía Metro-Goldwyn Mayer compró los derechos de Los 7 Samuráis y le entregó al guionista William S. Roberts y al director John Sturges la responsabilidad de realizar una nueva versión. Seis años después de la original, en 1960, fue presentada al mundo Los 7 Magníficos. Esta vez, ...

Mi primera vez con Sex Education

Por Camila Caicedo. Todo el mundo hablaba de Sex Education, en redes sociales. Se acababa de estrenar su segunda temporada, y yo, que no soy muy de ver series y maratonear, aún no me había sentido atraída por ella, a pesar de que llevara un año entre las sugerencias que me daba la plataforma. Sin embargo, muchos comentarios acerca de una escena relacionada con unión femenina me hicieron decidirme a verla. Esta es una producción inglesa, que hoy tiene dos temporadas, de ocho capítulos cada una, que duran aproximadamente 50 minutos. Su argumento se basa en la historia de Otis, un joven de 16 años, que cursa la secundaria y es hijo de una sexóloga. Un día, se atreve a dar un consejo sexual a un compañero, a pesar de su nula experiencia y, al salir todo bien, inicia una ‘clínica’ de asesoría sexual, con Maeve, una de sus compañeras, para ganar dinero. Con una premisa como esta y un lenguaje totalmente abierto, fue casi inevitable no seguir la historia y querer saber qué pasa...

El abogado del mal

Richard Ramsey es un abogado que siempre pierde. En su historial de juicios no se encuentra ninguno exitoso, y él mismo lo reconoce. Su nuevo cliente es el hijo adolescente de una pareja amiga, principal sospechoso del asesinato a sangre fría de su padre, y que desde el inicio del proceso no ha querido decir nada. Con muchos factores en su contra: huellas dactilares en el cuchillo y una confesión en el lugar de los hechos, Ramsey tiene el deber de conseguir la pena mínima para el joven, a costa del historial maltratador del padre y de cualquier vacío que detecte en el argumento rival. Keanu Reeves y Renée Zellweger protagonizan The Whole Truth o, su mal logrado título en español, El Abogado del Mal, que desde el primer momento será asociada con El Abogado del Diablo, de 1997, para desvelar poco a poco una historia mucho más monótona. La corte es el escenario casi permanente del filme, en el que se recrean los elementos de un juicio: el discurso de cada uno de los legistas ...