Que nadie se equivoque, Mad Max: Furia en la carretera es, ante todo, una película de acción, una road movie repleta de velocidad, violencia y destrucción.
Pero ella en sí misma rompe el paradigma del género, demostrando que la acción no siempre debe ser sinónimo de superficialidad, sino que puede contener personajes memorables, fotografía preciosa, una atmósfera desesperanzadora y un ritmo electrizante, que la convierten en una gran obra de arte.
Su director, George Miller hace que cada movimiento de la cámara llene de adrenalina la sangre del espectador, haciéndolo parte de un futuro distópico donde Max, Tom Hardy, huye a través del desierto, acompañado por un grupo de mujeres, liderado por Furiosa, una asesina brutal encarnada por una magnifica Charlize Theron.
Para resaltar el manejo de la música, que hace de la película un espectáculo de violencia y cacería, que eleva los niveles de emoción con cada secuencia.
Mad Max: Furia en la carretera es el ejemplo de cómo una trama simple, puede enriquecerse con pequeños detalles y así convertirse en una de las mejores películas de acción del Siglo XXI.
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