Ir al contenido principal

La habitación


Si conociéramos un mundo limitado, un espacio casi exclusivo para dos personas, donde el sol no es más que una pequeña claraboya; la naturaleza, una ilusión, y la presencia de otras personas, un simple truco de televisivo, no percibiríamos límites, pues nuestra visión desconocería la posibilidad de un más allá.

Y si un día nos informaran que es hora de salir, abriríamos los ojos y todo sería nuevo: la luz mucho más radiante, los artefactos que se creían imposibles se harían realidad, y la soledad se apartaría, porque podríamos encontrarnos con nuevos seres. 

Ese mundo por descubrir es la historia encerrada en Room, la película canadiense–irlandesa, dirigida por Lenny Abrahamson. 

Brie Larson interpreta a Joey, la madre que se empeña en eliminar cualquier evidencia macabra de la situación que vive, y darle a su hijo una vida normal, sin importar las cuatro paredes que los resguardan.

En su actuación se puede ver cómo su fortaleza, necesaria para proteger al niño, disminuye a medida de que se encuentran a salvo, logrando picos de angustia, desespero y depresión, que la ubican como la principal contendora de la categoría a Mejor Actriz, de los Premios Óscar de este año. 

Por su parte, Jacob Tremblay, que encarna a Jack, el narrador y ojos de la película, realiza un trabajo maravilloso, en el que deja ver el miedo y la curiosidad de quien se enfrenta a algo nuevo, convirtiéndose en toda una promesa de la actuación. 

La dirección es otro atractivo, ya que durante los 45 minutos de vida dentro de ‘la habitación’, los espectadores logran sentir el encierro, gracias al encuadre, que solo se abre cuando los personajes llegan al mundo. 

De esta manera, el amor sin medida entre una madre y un hijo se baña en suspenso, con esta historia sencilla, de productoras pequeñas, que podría dar una sorpresa y convertirse en la mejor del año, en los Premios de la Academia.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La simplicidad de estar vivos

Por Camila Caicedo La primera vez que me senté frente a Everything Everywhere All That Once o Todo en Todas Partes Al Mismo Tiempo, estaba en un teatro lleno, con algo de tensión por el círculo que me rodeaba, y a pesar de llamarme la atención desde el cartel y la actriz que veía en él, la película (y la situación fuera de la pantalla) me fue saturando tanto que salí algo mareada, confusa y con el deseo de volver a casa.  En mi segundo encuentro con la cinta, que ya empezaba a ser reconocida por sus logros en taquilla, en plataformas y por su impacto cultural, sentí mucha expectativa por volverla a ver, tanto que cada salto en los multiversos que presenta me emocionó como si nunca la hubiera visto, me hizo llorar con la manera en que aborda la relación entre madre e hija y me generó una sensación de esperanza total en el futuro cinematográfico, gracias a The Daniels, el dúo de directores jóvenes que unidos habían logrado semejante hazaña.  Sin embargo, para escribir esta reseña un poco

El hombre callado

“Cuídense del hombre callado, porque mientras otros hablan, él escucha; mientras otros actúan, él planea, y cuando ellos finalmente descansan, él ataca”, Anónimo. ¿Cuánto poder pueden tener los vicepresidentes? y ¿Qué tan responsables son de lo que sucede en sus gobiernos? Dick Cheney fue el 46º vicepresidente de Estados Unidos, compañero de fórmula de George W Bush, y uno de los estrategas republicanos más influyentes de los últimos tiempos, quien a pesar de no tener una figura visible en los medios de comunicación, sí estuvo detrás de muchas de las acciones más recordadas del gobierno que vio caer el World Trade Center. Adam McKay, el director conocido por su excelente uso del sarcasmo y su gusto por desvelar escándalos, se le midió a sacarlo del anonimato y presentar su ascenso al poder y lado más oscuro, en el drama político Vice, que aspira a ocho premios Óscar, entre ellos Mejor Película. La primera característica que salta a la vista desde el pri

Compartir el mismo cielo

Por Carlos López. “¿Nunca has sentido que acabas de pasar un día increíble, pero luego llegas a casa cansado y deprimido?”, Aftersun. Imagina por un momento poder ingresar a un recuerdo, poder revisar aquellas experiencias que tuviste cuando apenas empezabas a conocer el mundo, cuando no había preocupaciones en el horizonte y el único afán era poder divertirse antes de que llegara la noche. Piensa en eso que compartiste con tus seres queridos durante un viaje, esas vacaciones que te marcaron para el resto de tu vida. Ahora, al ver con los ojos de la nostalgia te percatas de que en realidad había personas dispuestas a darlo todo por ti, sin revelarte las afugias que debían pasar para conseguirlo. Entenderás cuánto les dolía la incapacidad de cumplir con tus deseos más superficiales, pero, sobre todo, te darás cuenta que no siempre hay un mañana y que quizás todos los días se vive por última vez. Aftersun, ópera prima de la directora británica Charlotte Wells, cuenta la historia de Sop