Por Camila Caicedo
La vida perfecta o la soledad disfrazada de perfección. Pareciera que, para la mujer, la vida de cuento de hadas casi siempre está acompañada de largos suspiros mirando al infinito, con nada más que vacío a su lado. Eso se hace evidente en numerosas producciones que exploran la zozobra de la apariencia, para después explotar en mil pedazos, como una olla a presión que no resiste más.
Swallow, de 2019, es una película en la que la belleza femenina contrasta con la frialdad de los espacios. Hunter, una joven casada con el heredero de una fortuna, pasa los días aislada en su lujosa casa, mientras espera la hora de la cena para ver a su marido. Al quedar embarazada, podría haber cumplido con todas las metas que se esperan de una esposa tradicional, sin embargo, esto desencadena en ella una manía: tragar elementos no comestibles, como tachuelas, pilas o clips, para sentirse poderosa.
Carlo Mirabella-Davis es el director de esta cinta estadounidense, la primera que dirige en solitario, en la que el suspenso está presente en cada escena, gracias a la inquietante actuación de su protagonista, Haley Bennet; a la mezcla de planos generales con planos detalle y a la maravillosa fotografía, que incluso podría asemejarse con ver un film de Hitchcock.
Y es que esta película le permite al espectador adentrarse en la psiquis de su personaje principal, una joven tímida, de mirada nerviosa y palabras cargadas de condescendencia, que prefiere ‘tragarse’ cualquier impulso de autenticidad para encajar en el soberbio mundo de su familia política, y quien parece tener instantes de escape, únicamente cuando se lleva un elemento extraño a la boca, algo que suena simple, pero que llega a lucir aterrador.
El guion, escrito por Mirabella-Davis, y que según algunas entrevistas está inspirado en la vida de su abuela, avanza de una manera segura y apasionante, uniendo el terror psicológico con algunos elementos de crítica al rol impuesto a la mujer en la sociedad, al control que se ejerce sobre su cuerpo y sobre sus decisiones.
Visualmente es seductora. Cada una de sus escenas está minuciosamente cuidada para verse hermosa en pantalla, contrastando el placer con la incomodidad de presenciar aquello que perturba.
Así, Swallow, que traducida al español significa tragar o golondrina, es una oportunidad extravagante y cautivadora de conocer aquellos comportamientos que parecen imposibles, de entender los miedos que no vemos en los ojos de quienes lucen privilegiados, y de disfrutar el encanto de lo raro que, muchas veces, así nos haga fruncir el ceño, también nos puede embelesar.
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