Con tan solo 20 años, Ronald es ‘publicista’ en un humilde barrio de Bogotá llamado El Paraíso. Todos los días se dedica a recorrer las empinadas calles en su bicicleta, anunciando, a través de un megáfono, las promociones de los negocios de sus vecinos, a cambio de pequeñas cuotas semanales.
No gana mucho, pero logra mantener a sus 2 hermanos y a su mamá. De lo poco que consigue, debe pagar la ‘seguridad privada’ que, sin solicitarlo, le brinda un grupo de delincuentes.
Cada día el trabajo ‘está más duro’, no hay clientes, los pocos que quedan lo contratan porque lo consideran un buen muchacho, trabajador, serio y sin suerte.
Luego de enamorarse de una de sus vecinas y después de que su hermano empeña la bicicleta, Ronald decide buscar un nuevo empleo, aunque para un joven como él, humilde y sin estudio no hay muchas oportunidades.
No obstante, tras mucho insistir, convence a una de sus vecinas para que lo ayude a ingresar a un empleo promisorio en el sur del país, una ‘empresa’ que no requiere de personal calificado y que deja buenas ganancias por solo laborar una semana.
Cuando llega a su ‘lugar de trabajo’ Ronald se encuentra en un campo destapado con un grupo de soldados que le ordenan vestirse de camuflado… Desde ese momento no pasará nada más, solo un cuadro negro, su voz pidiendo clemencia y el sonido de una ráfaga de fúsil. Ronald jamás regresará con su familia, ni volverá a ver a su novia.
Si bien esta es la revelación del final, la historia ya es bien conocida, sobre todo aquí, en Colombia, pues se trata de punto de vista de las ejecuciones extrajudiciales de civiles cometidas entre 2002 y 2008 por militares para después presentarlos como guerrilleros y así poder cumplir con las cuotas exigidas por la polìtica conocida como Seguridad Democrática.
Silencio en el paraíso es una película colombiana del año 2011, dirigida por Colbert García y protagonizada por Francisco Bolívar y Linda Baldrich, con la participación de Esmeralda Pinzón, Alejandro Aguilar, Pedro Palacio y David Trejos, una mezcla de actores naturales y de otros que han pasado por la televisión nacional, donde quien mas destaca es el joven Bolívar.
Una cinta de 130 minutos de duración, que está disponible en la plataforma gratuita de cine latinoamericano conocida como Retina Latina, y que recobró popularidad recientemente debido al informe que hizo la Justicia Especial para la Paz acerca de que el número de ejecuciones extrajudiciales cometidas ascendía a 6.402.
En realidad, como película es aburrida, sosa, en especial en la parte donde se retrata la historia de amor del protagonista, pero el ritmo se hace llevadero por la gracia del actor principal, cuyo carisma es innegable, lo cual le mereció varios reconocimientos en festivales del orden nacional.
Pero más que una obra de arte, esta película debe verse como el retrato de una realidad cruel, injusta y desigual por culpa de un conflicto armado que todavía no ha finalizado, sino que sigue acabando con la vida de los más humildes que viven en tugurios y zonas rurales de todo el territorio nacional.
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