Ir al contenido principal

Una cosecha extraña y amarga


 

Por Camila Caicedo

Billie Holiday fue una reconocida cantante de jazz estadounidense que, a pesar de los prejuicios raciales de la primera mitad del siglo XX, logró cautivar a un público diverso: negros, blancos, hombres y mujeres, que la adoraban al verla pisar el escenario. Sin embargo, Billie estaba en la mira del FBI, por culpa de su canción más famosa, Strange fruit, la cual describe cómo eran los linchamientos de afroamericanos, en esa época, los cuales no eran condenados por el Estado, y la convirtieron en una víctima de la censura y la persecución federal, hasta el final de su vida. 

The United States vs. Billie Holiday es la película que relata, a través de diversas vivencias de la cantante, la manera en que esta fue acosada por la policía, a partir de finales de la década del 40 y hasta 1959, cuando falleció por cirrosis, con esposas en el tobillo e incriminaciones judiciales. 

En sus primeros minutos, esta propuesta, disponible en Prime Video, relaciona al espectador con la problemática racista de ese país y la ausencia de leyes que sancionen actos de esa índole, incluso en la actualidad, para después presentar a Holiday, en la cima de su carrera, pero viviendo, tras bastidores, la rudeza del machismo y el consumo de heroína, lo que se convertiría en la excusa perfecta de las autoridades para amedrentarla. 

A su vez, plantea un paralelo con el agente encubierto Jimmy Fletcher, que tenía el trabajo de espiarla y ganarse su confianza, para obtener pruebas de su abuso de sustancias, lo que permitiría su encarcelamiento por posesión de narcóticos, en 1947, durante ocho meses, y su posterior relación.

Pese a su interesante premisa, esta historia de desencuentros entre el éxito, la vulnerabilidad y el abuso, llega a verse desordenada, debido a la inclusión de algunas escenas y situaciones que no llevan a ninguna parte y que, por el contrario, se prestan para generar confusiones, como es el caso de una entrevista radial, que al inicio parece fundamental, pero que termina desvaneciéndose entre todo lo demás.

Después de la primera media hora, la película de Lee Daniels, conocido por dirigir propuestas como Precious o Monster’s ball, adquiere un poco más de ritmo, y esto es gracias a que se da mayor continuidad entre sucesos, (desaparecen los apartes de la entrevista, por ejemplo), y a que el espectador cuenta con más claridad sobre los roles de los personajes. 

Aquí, es necesario hablar de Billie, y de la impactante ejecución de Andra Day, la actriz que la interpreta. Ella transmite todos los matices de la personalidad de la artista, desde la esencia soberbia y quisquillosa de la fama, hasta la fragilidad de ser una víctima del sistema y del abuso de drogas, representando momentos de deseo, consumo y abstinencia, con una crudeza que puede ser difícil de ver, pero que resulta inevitable. Como si fuera una tradición de las películas de Daniels, la actriz obtuvo muy buenas críticas, incluyendo una nominación al Oscar y el premio Globo de Oro a Mejor Actriz en una película de Drama.

Podría decirse que este retrato logra escarbar en lo más profundo de la vida de la estrella, a pesar de ciertos detalles visuales que lucen improvisados y de algunos vacíos que le restan puntos a la propuesta, pero que no eclipsan el impacto de conocer la realidad de aquella que enfrentó el miedo a incomodar a una nación con el color de su canto.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

El abogado del mal

Richard Ramsey es un abogado que siempre pierde. En su historial de juicios no se encuentra ninguno exitoso, y él mismo lo reconoce. Su nuevo cliente es el hijo adolescente de una pareja amiga, principal sospechoso del asesinato a sangre fría de su padre, y que desde el inicio del proceso no ha querido decir nada. Con muchos factores en su contra: huellas dactilares en el cuchillo y una confesión en el lugar de los hechos, Ramsey tiene el deber de conseguir la pena mínima para el joven, a costa del historial maltratador del padre y de cualquier vacío que detecte en el argumento rival. Keanu Reeves y Renée Zellweger protagonizan The Whole Truth o, su mal logrado título en español, El Abogado del Mal, que desde el primer momento será asociada con El Abogado del Diablo, de 1997, para desvelar poco a poco una historia mucho más monótona. La corte es el escenario casi permanente del filme, en el que se recrean los elementos de un juicio: el discurso de cada uno de los legistas

La justificación de la maldad

En el año en el que los fanáticos de las películas de superhéroes esperaban el cierre del Universo Cinematográfico de Marvel, una película con diez veces menos presupuesto ratificó que la esencia del cine está en el contar una buena historia, más allá de cualquier consideración técnica o despliegue millonario: el Joker. Por una rara enfermedad, Arthur Fleck no puede parar de reír, lo que podría considerarse como una gran ventaja para alguien que trabaja como payaso. Sin embargo, su risa no es de alegría es un lamento por una vida donde solo ha primado el dolor y la tragedia.  Responsable de una madre enferma, sin una figura paterna de referente, atrapado en un trabajo donde nadie lo toma en serio, víctima de la crueldad de los indolentes, Arthur se aferra a la cordura a través del servicio de beneficencia pública donde encuentra alguien que lo escucha y lo medica, mientras en su vida diaria solo sueña con llegar a ser un cómico famoso capaz de hacer feliz a los demás. 

El hombre callado

“Cuídense del hombre callado, porque mientras otros hablan, él escucha; mientras otros actúan, él planea, y cuando ellos finalmente descansan, él ataca”, Anónimo. ¿Cuánto poder pueden tener los vicepresidentes? y ¿Qué tan responsables son de lo que sucede en sus gobiernos? Dick Cheney fue el 46º vicepresidente de Estados Unidos, compañero de fórmula de George W Bush, y uno de los estrategas republicanos más influyentes de los últimos tiempos, quien a pesar de no tener una figura visible en los medios de comunicación, sí estuvo detrás de muchas de las acciones más recordadas del gobierno que vio caer el World Trade Center. Adam McKay, el director conocido por su excelente uso del sarcasmo y su gusto por desvelar escándalos, se le midió a sacarlo del anonimato y presentar su ascenso al poder y lado más oscuro, en el drama político Vice, que aspira a ocho premios Óscar, entre ellos Mejor Película. La primera característica que salta a la vista desde el pri