Por Camila Caicedo La vida perfecta o la soledad disfrazada de perfección. Pareciera que, para la mujer, la vida de cuento de hadas casi siempre está acompañada de largos suspiros mirando al infinito, con nada más que vacío a su lado. Eso se hace evidente en numerosas producciones que exploran la zozobra de la apariencia, para después explotar en mil pedazos, como una olla a presión que no resiste más. Swallow, de 2019, es una película en la que la belleza femenina contrasta con la frialdad de los espacios. Hunter, una joven casada con el heredero de una fortuna, pasa los días aislada en su lujosa casa, mientras espera la hora de la cena para ver a su marido. Al quedar embarazada, podría haber cumplido con todas las metas que se esperan de una esposa tradicional, sin embargo, esto desencadena en ella una manía: tragar elementos no comestibles, como tachuelas, pilas o clips, para sentirse poderosa. Carlo Mirabella-Davis es el director de esta cinta estadounidense, la primera que dirige