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Gone Girl, el roce de la locura

¿Dónde podría estar la mujer ideal el día de su quinto aniversario de boda? Quizá preparando una elegante cena que conmueva el corazón de su esposo, comprando un regalo caro, o ensayando una danza exótica. ¿Perdida? No, no hay motivos, es perfecta.  Esta es la problemática inicial de Gone Girl, la cinta del director norteamericano David Fincher, conocido por obras maestras como Fight Club, que vuelve a ganarse el respeto de la crítica, gracias a este thriller protagonizado por Ben Affleck y Rosamund Pike. Una película que narra la desaparición de Amy Dunne y los conflictos que vive su esposo Nick: llegar a casa y no saber de ella, el rápido reconocimiento en los medios de comunicación, y, el hecho  más grave, ser el principal sospechoso del destino cruel de su mujer.  Cada uno de los giros que da esta historia permite que el espectador se mantenga al borde de la silla todo el tiempo, llenándose de intriga por lo sucedido, especulando, atando cabos y toma...

Una breve teoría sobre el amor

El centro de una película resulta ser el centro de una persona. La base de un universo que se sostiene, a pesar de las circunstancias, desafiando las verdades asumidas por la humanidad, desapareciendo agujeros negros del espacio, y posicionando a un nombre poco conocido como uno de los actores más prometedores de nuestra época.  La ciencia se une al cine de la mano de su temática más cotidiana: el amor, la vida en pareja, la constancia de quien lucha por ser feliz. A su vez, las fusiona en una persona que parece desafiar la física, ya que ninguna parálisis detiene su creatividad y eterna búsqueda de un cómo y un porqué para la vida.  Stephen Hawking y su primera esposa, Jane Hawking, son la raíz que le da origen a The theory of everything, la cinta británica, dirigida por Jason Marsh, que condensa la historia de superación del reconocido científico, la dinámica de su primer matrimonio, los altibajos de su enfermedad, y la genialidad de sus experiencias. De esta ...

Un bocado de acción con nombre propio: John Wick

Si usted es amante de las películas de acción, donde hasta el espectador tiene que agacharse para que pase la bala, John Wick resulta una excelente opción para ir a cine en esta temporada de vacaciones.  La cinta, dirigida por el dúo conformado por David Leitch y Chad Stahelski, cuenta la historia de un asesino retirado, John Wick, que regresa para vengarse de un mafioso ruso que le robó el Mustang del 79’ y le mató al perro beagle, último regalo de la esposa, recién fallecida.  Con una aceptable interpretación de Keanu Reeves en el papel principal, el resto del elenco o pasa desapercibido, como es el caso de William Defoe, o simplemente carece de la fuerza interpretativa para hacer del thriller una historia más verosímil.  Del filme se puede destacar su pequeña dosis de humor negro, que parece una burla soterrada a las películas de acción; las coreografías de los asesinatos; y que cumple con su función de entretener, gracias al ritmo narrativo ágil y a l...

La gracia de la desgracia

Muchos deseos son imposibles de contener, como si dentro de nuestro cuerpo calmado, de nuestras palabras serenas, y de nuestra actitud paciente, se albergara una persona distinta, que cuando quiere algo lo reclama, sin importar las circunstancias, consecuencias o la situación en la que se encuentre. Igualmente, dentro de cada uno, vive alguien que es capaz de reírse de las desgracias ajenas, de ver humor en la tragedia, en el peligro y en la vida complicada de quienes despiertan su sed de venganza, antes de abrir los ojos. Y al final, existe otro tipo de mente, que es quizá la más escasa, pues su dueño tiene la capacidad de unir esos elementos perversos, y crear un guión que conquiste las salas de cine, sin la necesidad de recurrir a finales felices o a historias de superación. Ese último individuo es Damián Szifron, el director argentino que de la mano de seis historias dramáticas, generó risas culpables y buenas críticas del público atraído por un título simple: Relat...

"Un buen guión es la semilla para una buena película"

¿Qué tan sencillo es cruzarse con un director de cine por la calle? Esta profesión parece un sueño de pocos, alcanzado por unos cuantos, y lejano a la realidad de quienes caminamos a diario por la rutinaria vida colombiana. Andrés Beltrán es uno de esos personajes, que se atrevió a decirle acción a su anhelo de estar detrás de cámaras, uniendo todos los elementos propicios para crear las historias que solo se ven bien en pantalla grande. Un caleño, que desde su primer encuentro con el séptimo arte, alimentó una pasión que lo ha llevado, a sus 28 años, por varios festivales de cine, como el de Cartagena, Bogotá, e incluso, el Corto Circuito de Nueva York. Un visionario que actualmente, está a pocos pasos de dar a conocer su primer largometraje, Malos Días, que se encuentra en posproducción, y que será el impulso para seguir inyectando dedicación a su decisión de ser cineasta. Cinema Redrum habló con él, acerca de su recorrido, de su inspiración y de la valiosa hazañ...

Robin Williams: Un reencuentro desafortunado con el héroe infantil

Dice el viejo adagio popular que todo muerto es bueno, quizás, porque en medio de la tristeza, familiares o amigos tratamos de magnificar los valores, talentos, alegrías o los recuerdos vividos al lado de aquel que debemos despedir para siempre. Pero cuando evitamos caer en las trampas de la nostalgia, y logramos recordar -dejando a un lado los sentimientos- podemos llegar a entender que, muchas veces, solo estamos tratando de revivir una pequeña alegría o manifestando inconscientemente un sentimiento de culpa por no haber compartido o valorado lo suficiente a esa persona. Aunque a veces, también llega el desencanto, los hechos concretos nos ayudan a bajar del pedestal a quien veíamos casi perfecto. Pues bien, eso justamente me pasó con Robin Williams, luego de volver a ver algunas de sus películas. Mi infancia -vivida en la década del 90'- recibió un golpe letal y siento que el hombre de sonrisa amplía y ojos vivaces solo era un espejismo, un personaje que rea...

Siempre falta una película por ver: La audacia de Philip Seymour Hoffman

Al mirarlo desde lejos, Philip Seymour Hoffman parecía el hombre perfecto para hacer comedia en Hollywood, esos tipos para los que la industria cinematográfica escribe papeles del mejor amigo del protagonista, que siempre fracasa en sus intentos románticos, y que termina siendo el más querido y recordado del filme. No obstante, el drama estuvo inmerso en la mayoría de sus interpretaciones, en las que mostró su versatilidad para cambiar de rostro, actitud, voz y motivación; ostentando una filmografía mucho más larga e interesante, que el corto historial que la mayoría conocemos. Por eso, decidí sentarme frente a un Philip Seymour Hoffman desconocido: frente a Wilson Joel, Caden Cotard y Scotty J., tres hombres que demostraron la capacidad artística de un actor que vivió, con calidad, más de 50 vidas en pantalla. Con amor, Liza (2002) Director: Todd Louiso           “La esposa de Wilson Joel comete suicidio sin un ...